Lo primero que me llamó la atención en Nusa Lembongan , fue la multitud de carteles que ofrecían snorkeling en "manta point". Ninguno de nosotros nunca había visto una Manta Raya en su vida y quisimos saber si aquello sería posible en este lugar. Así que tras varias negociaciones y tras conseguir un precio ajustado a nuestros presupuestos nos inscribimos en una excursión de snorkeling en distintos puntos de la isla y las islas vecinas que tenían como punto de partida el tan mencionado "manta point".
Amaneció, desayunamos y nos subimos a aquel barco dispuestos a gozar del día. Tras una hora habíamos llegado a "manta point" y desde el barco divisamos varias de ellas, todos estábamos excitados y el conductor nos decía ¡tiraros!¡tiraros!, pero el miedo a lo desconocido se reflejaba en la cara de todos. Entonces junto a un alemán decidí saltar con la cámara acuática grabando y ¡wow! lo primero que vieron mis ojos fueron dos inmensas Mantas raya y ¡un tiburón!, el miedo, la excitación, le felicidad, la curiosidad me invadieron a partes iguales y durante la siguiente hora todos nadábamos y buceábamos en busca de esos fastuosos animales.
Las mantas raya nos dejaron anonadados, con su envergadura y su fascinante manera de nadar. Marta, Laure y Yo no salíamos de nuestro asombro y nos mirábamos en el agua flipando.
Después vendrían diferentes paradas para seguir haciendo snorkeling en aguas muy claras y con mucha variedad de peces y corales, de los que también disfrutamos, pero la sensación que nos habían dejado las mantas raya marcó el día para todos los que estábamos en aquel barco.
Nunca podré olvidar la primera vez que vi las Mantas Raya tras saltar del barco, este recuerdo queda marcado en mayúsculas en nuestro viaje.
Amaneció, desayunamos y nos subimos a aquel barco dispuestos a gozar del día. Tras una hora habíamos llegado a "manta point" y desde el barco divisamos varias de ellas, todos estábamos excitados y el conductor nos decía ¡tiraros!¡tiraros!, pero el miedo a lo desconocido se reflejaba en la cara de todos. Entonces junto a un alemán decidí saltar con la cámara acuática grabando y ¡wow! lo primero que vieron mis ojos fueron dos inmensas Mantas raya y ¡un tiburón!, el miedo, la excitación, le felicidad, la curiosidad me invadieron a partes iguales y durante la siguiente hora todos nadábamos y buceábamos en busca de esos fastuosos animales.
Las mantas raya nos dejaron anonadados, con su envergadura y su fascinante manera de nadar. Marta, Laure y Yo no salíamos de nuestro asombro y nos mirábamos en el agua flipando.
Después vendrían diferentes paradas para seguir haciendo snorkeling en aguas muy claras y con mucha variedad de peces y corales, de los que también disfrutamos, pero la sensación que nos habían dejado las mantas raya marcó el día para todos los que estábamos en aquel barco.
Nunca podré olvidar la primera vez que vi las Mantas Raya tras saltar del barco, este recuerdo queda marcado en mayúsculas en nuestro viaje.
I guess our snorkelling stories might have gotten a bit boring by now... I mean we snorkel everywhere. But this time was different! In Nusa Lembongan it was big fish snorkeling. During our day trip on a boat we tried different locations- some really remided colourfull aquariums with thousands of fish to swim with. The coral was amazing too. We swam with some tuna fish- and they do look much better when not canned! But the highlight was definately our first meeting with Manta Rays!!! Straight after jumping in the very moved water, full of swimming snorkels, we spottet a reef shark who was just swimming around two huge mantas. And then several times we foun d ourselves just in front of these peacefull giant animals... as the water visibility was not good, we saw them first when they were very, very close... and the mix of fear, curiosity, respect for nature and all these thoughts that burst in the head in the moment: undescribable!
Pisanie po raz kolejny o nurkowaniu może trącić nudą, ale tym razem nurkowanie było wyjątkowe. Dzień spędzony na łodzi obfitował w emocje a miejsca, gdzie nurkowaliśmy (np Cristal Bay) były niesamowicie bogate w korale. Miejscami zdawało nam się, że jesteśmy gwiazdami w bajce o Nemo (ale bez Nemo:)). Czasami nie wiadomo było którą stronę patrzeć- wszędzie roiło się od kolorowych ryb! Próbowaliśmy dogonić ławicę tuńczyków- okazało się że były one jednak o wiele szybsze... no i wyglądały o wiele lepiej niż zapuszkowane:/
Najwspanialszym momentem dnia była jednak kąpiel z diabłami... morskimi, czyli mantami. Na miejsce, gdzie zazwyczaj można je spotkać, przybyliśmy dość późno, pełno tu było łodzi i wiele osób już pływało w oceanie. Dodatkowo woda była wzburzona, nasi przewodnicy krzyczeli: "tu, szybko, szybko,skaczcie!!!!"
No to skoczyliśmy i skamienieliśmy, bo na nasze spotkanie wypłynął mały rekin (niegroźny, rafowy) oraz dwie wielkie manty. A potem było już tylko lepiej. Ponieważ widoczność nie była zbyt dobra, manty widzieliśmy dopiero kiedy były bardzo, bardzo blisko, co potęgowało jeszcze, i tak już olbrzymie emocje. Naprawdę czasami mieliśmy wrażenie, że pływami z diabłami, ale to tylko pierwsze wrażenie- bo tak naprawdę to bardzo spokojne, pokojowo nastawione zwierzęta żywiące się planktonem.
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