martes, 3 de julio de 2018

TRAVESÍA EN EL VELERO "NAGAWIKA", MARTINIQUE-BARBADOS-GUYANE.


Nunca podre olvidar esta aventura fascinante que el viaje me otorgó. La de haber navegado durante 15 días junto a tres amigos entre las aguas del Caribe y las aguas del Océano Atlántico, uniendo Martinica , Barbados y Guayana Francesa.
El velero Nagawika y mis tres amigos Guayaneses:Axel, Chris y Kofane me dieron la oportunidad única de vivir y disfruta una experiencia que ansiaba tener. 
Todo empezó de repente,con la locura de mi amigo Axel de comprarse un velero y tener que ir a recuperarlo en Martinica. Esto me ponía en bandeja la dicha de un viaje en los confines de Neptuno/Poseidón.
Fueron 15 días a bordo del Nagawika, entre los preparativos de Martinica, el ocio de Barbados y sobre todo la travesía en la inmensidad del océano hasta nuestro hogar en Kourou, en la Guayana Francesa.
Si bien entre la travesía de 33 horas entre Martinica y Barbados sufrí los efectos de la mar y la navegación, pronto me restablecí para poder disfrutar a fondo de la experiencia.
Cada día a bordo del Nagawika en el que surcábamos los mares, debimos hacer turnos de tres horas cada uno para vigilar la navegación, el viento y gestionar si sucedía algún imprevisto. Sobre todo lo importante era rotarnos por las noches, y yo amaba esos turnos de noche donde las estrellas, las olas y el viento dirigían el velero rumbo a la felicidad.
Cada día junto a Chris, Axel y Kofane están llenos de recuerdos y anécdotas, en torno a las comidas, a las paradas en mitad de la inmensidad para bañarnos, en las noches estrelladas, en las risas cotidianas, en las jornadas de calma y en las jornadas de tormentas. Cada día algo nuevo sucedía, aún sin que el horizonte diese motivos de cambio aparente.
Ademas capitaneados por Kofane y con Axel colaborando en todo lo necesario para gestionar el velero, pude aprender y comprobar muchas cosas relacionadas con la navegación, los vientos y el arte de ser marinero.
No faltaron las pequeñas risas en torno a alguna cerveza o ron en plan piratas y no faltaron las horas muertas entre en vaivén de  las olas y el velero. No falto de nada en realidad, salvo más Océano quizás, porque una mezcla de alegría y pena nos inundó a todos cuando divisamos tierra firme en Guayana Francesa. Nuestro hogar estaba a escasas horas ,con nuestros amigos y familias esperándonos, pero con la pena de acabar una aventura formidable, una aventura de amigos, de risas y velas..
Vivimos muchas experiencias, días soleados, días de lluvia, ráfagas de viento intenso, horas de calma total, olas de cuatro metros o un océano plano como un plato.Vimos delfines y peces voladores a raudales, nos topamos con algas de sargazo por todas partes y disfrutamos todo el tiempo de aquello que la mar y los vientos otorgan.
No tengo palabras para tanta gratitud, por una nueva aventura compartida con amigos, siempre tendremos estos recuerdos juntos mis "bladas" Chris, Axel y Kofane!
JE VOUS AIME MES AMIS, MERCI BEAUCOUP POUR L´AVENTURE!








































The trip between Martinique and Barbados took 33 hours, and the second part- from Barbados to Guiana, something around a week. It started with seasickness for Hector (luckily it didn´t last long). It brought lots of laughs, a record in quantity of eggs eaten per head, a storm and a total stillness in the middle of the sea and lots of new things to learn.

Podróż między Martynika a Barbadosem trwała ok 33 godzin, natomiast przepłyniecie z Barbadosu do Gujany zabrało ok tydzień. Zaczęło się chorobą morską dla Hectora (na szczęście krótkotrwała). Tydzień na morzu przyniósł masę śmiechu, record w ilości zjedzonych jajek, sztorm i totalną ciszę na morzu oraz mnóstwo nowych umiejętności.

lunes, 2 de julio de 2018

BARBADOS.



Barbados es la isla mas oriental de todas las Antillas, y Colón llego a ella en su primer viaje en 1492. 
Hasta entonces, diferentes etnias indígenas la habían habitado, como fueron los Taínos, Arahucos y Caribes, cada una de las cuales desplazó a las otras poblaciones aborígenes a quitar la isla. La llegada de españoles, portugueses y finalmente ingleses marcaría la historia mas reciente de esta isla, independiente desde 1966.
Barbados fue un soplo de aire fresco en la travesía desde Martinica. Anclar nuestro velero en las aguas transparentes de "Carlisle Bay" durante cuatro días, nos otorgó la oportunidad de descubrir un poco esta isla y perdernos entre sus playas y las profundidades de sus aguas.
Si bien disfrutamos de la capital Bridgetown y de la vida nocturna en Saint Lawrence Gap, fueron sin duda la claridad de sus aguas, el color turquesa de las olas, y el blanco y rosado explosivo de la arena lo que mas pudo impactarnos.
Disfrutamos de las profundidades de la costa haciendo esnórquel/snorkel sobre varios pecios que nos otorgaron horas de disfrute. Recorrimos las playas y nos bañamos una y otra vez agasajados por los colores reinantes. Disfrutamos de amaneceres y atardeceres utópicos bajo el vaivén del velero y la brisa de las Antillas y soportamos el calor bajo refrescantes cervezas y carcajadas llena de aire fresco.
Barbados y sus gentes siempre fueron gentiles, hospitalarias y alegres, lo que hizo de nuestra estadía en esta isla remota, un recuerdo imborrable de cuatro amigos felices en mitad de una mini epopeya...


































And here a bit of Barbados and its beautiful beaches!
A tutaj mala migawka z Barbadosu i jego przepieknych plaz.