QUE PASADA FUE BUCEAR POR LA ISLA DE KAPAS......esta isla es un auténtico tesoro.
Durante la semana que quedamos atrapados en Kapas, la mayoría del tiempo lo pasamos metidos en el agua, bajo la droga del snorkel. Cada playa nos ofrecía escenarios distintos, cada rincón de la isla nos ofrecía memorables horas de disfrute.
Digamos que los corales están a escasos metros de la orilla, y que en cuanto te sumerges empiezas a disfrutar de todo lo que tus sentidos perciben. Hay una enorme variedad de peces y una abrumadora combinación de corales que consiguen que permanezcas durante horas recorriendo cada palmo de este fastuoso lugar.
Los corales son los protagonistas principales de esta película, sobre ellos discurre todo lo imaginable, los bancos de peces loro que serpentean buscando comida, los peces globo o morenas escondidas esperando su turno, las tortugas comiendo o una innumerable variedad de pólipos y animales marinos que jamás había visto.
Pero hubo dos protagonistas mas invitados a las memorables zambullidas para hacer snorkel, por un lado los TIBURONES DE ALETA NEGRA (carcharhinus melanopterus), a los cuales pude ver en hasta 7 ocasiones, teniendo la suerte de ver un gran ejemplar de un metro y medio y de los cuales me enamore hasta obsesionarme e ir a buscarlos cada mañana..........y por supuesto el rey indiscutible de la isla, los famosos PECES PAYASO O NEMOS (amphiprioninae), había por todos lados, era alucinante toparte a estos hermosos peces saliendo a "saludarte" cuando pasabas junto a su casas-anémonas, su color parecía irreal y sus gestos al tratar de llamar tu atención para invitarte a irte eran alucinantes, pasé horas y horas contemplándolos, iba de unos a otros sin saturarme.
Pasamos horas y horas recorriendo estos fondos marinos acompañados de Robert y Timo, los cuatro perdíamos la noción del tiempo mientras disfrutábamos de estas hermosas experiencias.
Szorcik: Jeśli Kapas jest rajem na powierzchni, to na opis tego, co znaleźliśmy pod wodą, po prostu brak mi słów. Rafa koralowa jest tu tak kolorowa i bogata, że zwyczajnie nie wychodziliśmy z wody, nawet jeśli skóra na rękach stawała się tak pomarszczona, że traciliśmy czucie w palcach, a w płucach brakowało powietrza po wielogodzinnym pływaniu z maską. Ten podwodny świat wciąga bardziej, niż najlepszy serial! A zabawa w odkrywanie kolejnych podwodnych "skarbów" wśród morskiej flory i fauny jest fascynująca i dostarcza sporą dawkę emocji, szczególnie przy spotkaniach z wielkimi morskimi żółwiami, parzącymi meduzami, skrywającymi się w koralach murenami, kolorowymi mantami oraz... rekinami (a raczej żarłaczami czarnopłetwymi):)
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