Quitábamos la costa norte, tierra de pingüinos y playas hermosas para adentrarnos en el corazón de la isla de Tasmania, adentrarnos en busca de nuevos bosques y nuevas aventuras.
Antoine condujo todo el día , mientras los demás fijábamos nuestras miradas en los paisajes que se iban sucediendo, hasta que llegamos a una de las zonas mineras mas conocidas de Tasmania, en torno al poblado de Rosebery, donde el oro, la plata o el cobre fueron el eje principal de la historia de este lugar en épocas pasadas, pero no tan lejanas.
La acción minera en estas montañas transformó por completo el paisaje, un paisaje que trata de revenir a lo que en un pasado fue, si bien la actividad minera sigue presente todavía.
Cerca de allí nos adentramos en un trekking de varias horas en busca de las cascadas mas altas de Tasmania, las cascadas de Montezuma. Los senderos transcurrían entre un Rainforest espectacular, verde pasión, que nos alegraba la mañana. Helechos, musgos, hongos y árboles en su mayoría eucaliptos nos abrían paso hasta nuestro destino.
Cuando llegamos había un puente colgante para atravesar el río y poder observar las cascadas, yo por mi vértigo solo fui capaz de llegar hasta la mitad, pero el resto de amigos y Marta disfrutaron a tope la experiencia.
Las cascadas eran sin mas adjetivos poderosas, el agua caía con ganas de seguir viajando y el cielo parecía mirar cercano a aquel punto.
Tasmania seguía sorprendiéndonos.
MONTEZUMA FALLS
After some time spent on the northern cost of the island we drove inside the land. We crossed kilometers of forests, mountians and passed some amazing lakes. We stopped several times, like fx in the miners town of Roseberry or in Queenstown.
Definately the highlight of the trip to Tasmanias inland was the Montezuma Falls. First a walk in the rainforest, small caves and then the hanging bridge over the river and a view at the waterfall.
Po kilku dniach spędzonych na wybrzeżu, wreszcie zapuściliśmy się w głębokie lasy centralnej części wyspy. Mięliśmy kilometry lasów deszczowych ale też zatrzymaliśmy się w kilku ciekawych miejscach po drodze- w Roseberry, czyli mieście kopalni, w malowniczym Queenstown w skalistych górach. Oczywiście kilkaset kilometrów trasy, którą przemierzyliśmy obfitowało w piękne i bardzo zróżnicowane widoki, ale punktem kulminacyjnym był spacer po deszczowym lesie uwieńczony wizytą przy wodospadzie Montezuma. Nad rzeką, tuz na wprost wodospadu rozpościera się wiszący most- dodający tylko dreszczyka emocji do całej tej przygody.
Antoine condujo todo el día , mientras los demás fijábamos nuestras miradas en los paisajes que se iban sucediendo, hasta que llegamos a una de las zonas mineras mas conocidas de Tasmania, en torno al poblado de Rosebery, donde el oro, la plata o el cobre fueron el eje principal de la historia de este lugar en épocas pasadas, pero no tan lejanas.
La acción minera en estas montañas transformó por completo el paisaje, un paisaje que trata de revenir a lo que en un pasado fue, si bien la actividad minera sigue presente todavía.
Cerca de allí nos adentramos en un trekking de varias horas en busca de las cascadas mas altas de Tasmania, las cascadas de Montezuma. Los senderos transcurrían entre un Rainforest espectacular, verde pasión, que nos alegraba la mañana. Helechos, musgos, hongos y árboles en su mayoría eucaliptos nos abrían paso hasta nuestro destino.
Cuando llegamos había un puente colgante para atravesar el río y poder observar las cascadas, yo por mi vértigo solo fui capaz de llegar hasta la mitad, pero el resto de amigos y Marta disfrutaron a tope la experiencia.
Las cascadas eran sin mas adjetivos poderosas, el agua caía con ganas de seguir viajando y el cielo parecía mirar cercano a aquel punto.
Tasmania seguía sorprendiéndonos.
photo by Julien |
photo by Julien |
Definately the highlight of the trip to Tasmanias inland was the Montezuma Falls. First a walk in the rainforest, small caves and then the hanging bridge over the river and a view at the waterfall.
Po kilku dniach spędzonych na wybrzeżu, wreszcie zapuściliśmy się w głębokie lasy centralnej części wyspy. Mięliśmy kilometry lasów deszczowych ale też zatrzymaliśmy się w kilku ciekawych miejscach po drodze- w Roseberry, czyli mieście kopalni, w malowniczym Queenstown w skalistych górach. Oczywiście kilkaset kilometrów trasy, którą przemierzyliśmy obfitowało w piękne i bardzo zróżnicowane widoki, ale punktem kulminacyjnym był spacer po deszczowym lesie uwieńczony wizytą przy wodospadzie Montezuma. Nad rzeką, tuz na wprost wodospadu rozpościera się wiszący most- dodający tylko dreszczyka emocji do całej tej przygody.
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