viernes, 26 de junio de 2015

PERAS, NECTARINAS, CIRUELAS Y MANZANAS....

Nunca imagine cuando llegamos a Mooroopna que el “fruit picking” se convertiría en nuestro trabajo por 4 meses. Aquí vivimos una larga y espectacular experiencia de trabajo y convivencia, viviendo en una granja durante el fin del Verano y el Otoño austral(febrero-mayo).
Esta granja, situada a 6km de la población de Mooroopna se convirtió en un entrañable hogar, aquí la rutina casi diaria sería madrugar para recoger frutas, para luego, disfrutar las tardes junto a los demás compañeros que compartían trabajo y acomodación.
Recién llegados en febrero comenzamos cogiendo peras, tantas peras que hasta soñaba por las noches con ellas, peras de diferentes variedades que convertían nuestros amaneceres en preciosos días de color verde, en los que llenábamos cajones y cajones con ellas. Durante mas de un mes sólo descansamos un día, para llegar a convertirnos en especialistas de coger peras.
Después vinieron varios días de nectarinas y ciruelas, que cambiaron de color las mañanas ademas de dotarlas de un toque mas azucarado, para después, atacar las ansiosas Manzanas, las cuales se convirtieron en inseparables compañeras durante mas de un mes.
Debo reconocer que amaba esa vida. Disfrutaba cuando me levantaba al amanecer, desayunaba y me ataviaba con mi ropa de trabajo y mi saco dispuesto a llenar cajones y cajones (de 500kg cada uno) para conseguir algo de dinero con el cual proseguir este hermoso viaje , que mas que alrededor del Mundo, se ha convertido alrededor de no importa donde.
Peras, Nectarinas, Ciruelas y Manzanas siempre irán asociados para mi a este lugar mágico, situado en algún punto exacto del estado Victoria y donde por primera vez en mi vida me convertí en trabajador “ilegal”, en un clandestino que aprendió ante todo, no a coger rápidamente la fruta, sino a ser feliz junto a los compañeros de los distintos puntos del planeta que allí estábamos, por azar, necesidad o quizás “working holydays”......
Aquí en estas tierras fui rebautizado por mi compañero Kiebrab de Eritrea como “Tiger”, por mi destreza a la hora de llenar cajones y cajones de las distintas frutas, y reconozco que echaré de menos escucharlo.
Pero si había algo que otorgaba a estos días magia, no era otra cosa que la de trabajar en equipo Marta y yo, trabajar por ampliar un sueño, trabajar como excusa para no separarnos nunca. Siempre que la miraba allí, entre los colores que ofrecían las peras o las manzanas, entre el follaje de algún árbol o subida a la escalera llenando su saco de vida, sentía amor por aquella experiencia mutua que este viaje nos ofrecía.

Digamos, en resumidas cuentas, que esta fue una muy FRUCTÍFERA experiencia......
































Wpadła gruszka do fartuszka, a tuż za nią dwa jabłuszka...
No cóż, okazało się, że ani gruszki, ani jabłuszka same do fartuszka nie wpadają. Całkiem sporo pracy z tym zrywaniem owoców... ale też przyjemnie spędzać całe dnie na świeżym powietrzu, w słońcu, wśród śpiewu ptaków i w otoczeniu przyjaciół:) Dodatkowo ta sielanka (na samym początku powiązana z zakwasami) umożliwiła nam kontynuować naszą podróż, bo jabłuszek ani gruszek niekt jednak za darmo nie zrywa:)


Never have I ever eaten as many fresh fruit, as in Mooropna! We had access to pears, nectarines, plums and apples but we also had to pick them. It was a hard but satisfying job. Sure did our muscels hurt in the beginning, but it's not all that bad to spend whole days outside in the fresh air, among birds and good friends.... especially because it financially added some funds to continue our trip:)


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