viernes, 26 de junio de 2015

4 MESES DE VIDA EN MOOROOPNA GRANJA.

Casi 4 meses viviendo en este remoto lugar dan para muchas historias, pero en resumen la historia principal fue saber disfrutar del trabajo y de la gente que allí compartió sueños y vivencias.
Recuerdo perfectamente cuando llegué a aquella granja, de la mano del contratista, y abrió la puerta de la habitación, en aquel momento todo era gris y frío , pero sin saberlo acaban de abrirnos las puertas a la oportunidad de vivir en Australia, a sentir un hogar, a la posibilidad de viajar sin movernos de aquel lugar.
En este edificio, en medio de la plantación de frutales, donde compartiríamos en los meses venideros los espacios comunes como la cocina, nacieron sin remedio grandes amistades, sobretodo con mis franceses Antoine, Willy y Julien(al que yo traje aquí mas tarde, y con el que habíamos viajado un mes en Indonesia). Sus caras irán siempre asociadas a esta época de nuestras vidas, porque disfrutamos de tantos buenos momentos juntos en este lugar que irremediablemente nuestra amistad se hizo eterna.
Aquí me tope también con Damien, un aborigen que me regalo tardes de filosofía y me enseño el arte de coger frutas de la forma mas inteligente, siempre echare de menos a este hombre por su pureza y simplicidad. Aquí me encontré con alemanes, franceses y daneses en busca de dinero para seguir su periplo en Australia y sobre todo encontré grandes compañeros en Kiebrar( Eritrea), Abraham(Sudán del Norte) o Kooki y Saimon(Etiopía) que me enseñaron el duro camino de ser temporero en estos confines del planeta, que me enseñaron a relativizar mis días, y que me mostraron el camino del trabajo duro.
Estaré siempre agradecido a los propietarios de la granja , de los que no diré sus nombres por motivos de mi clandestinidad y a todos aquellos que hicieron de nuestra estancia aquí, una época divertida y amable dentro de nuestro viaje.
Y mención especial, para las noches estrelladas, para ese cielo monstruoso que nos provocó viajes celestiales al contemplarlo por las noches, que nos regalo colores de otros mundos en los amaneceres y los atardeceres y que sera siempre, sin ninguna duda el lugar donde las peras, manzanas y amigos escribieron una página imborrable de mis memorias.































Our everyday at the farm was very predictable. Early commute, a few hours of work and then some leisure time at the farm in the middle of nowhere, but surrounded by lovely people. We've been cooking together, playing darts, watching movies and planing our future trips.... We had a real taste of the everyday life on the australian countryside but with an international twist. There were people from Denmark, Ethiopia, Erythrea, Sudan, Germany, Italy. We made wonderful friends that we consider a part of our family: Willy, Antoine, Melissa, Julien (who joined us halfway through our time in Mooroopna).

Codzienność na farmie to rutyna i powtarzalność. Wczesne pobudki, kilka godzin pracy a później długie popołudnia w słońcu, spacery po sadzie, wspólne gotowanie, gra w lotki, seanse filmowe i planowanie kolejnych podróży....

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