martes, 3 de mayo de 2016

UN DÍA COMO APICULTOR.

Estando aquí en San Rafael, un vecino con el que mi primo tenía ya amistad y yo la entable pronto era Apicultor. Me atreví a pedirle si algún día quería invitarme a conocer un poco mas acerca de las abejas, y varios días después su invitación fue un hecho.
Claudio y su amigo Beto me llevaron a ser apicultor por un día. Nos dirigimos hacia Esparza, a una media hora en coche de San Ramón, para allí adentrarnos en un bosque para encontrar uno de los grupos de panales de Claudio.
Allí, tras la parada de rigor internacional de un café y bocadillo, nos ataviamos con la ropa especial para poder trabajar con las abejas. Me puse dos pantalones, dos camisas largas y el sombrero con red que se ataba al pecho para no dejar ni un hueco a las abejas. Recién vestido así, adiviné que sería una larga jornada de calor.
Claudio encendió el humeador, que usan para espantar las abejas que revolotean alrededor de uno y los panales al ser molestadas. Y entonces empezó para mi una peculiar y entretenida jornada de trabajo como apicultor.
Claudio y Beto, profesionales de esto, fueron abriendo los panales para ver el estado de estos, cantidad de miel, formación y desarrollo del panal, puestas de reinas, zánganos y abejas y colocando todo con sumo cuidado y respeto por las abejas.
Fueron verificando si en alguno de los panales vacíos se habían instalado nuevos grupos de abejas, proceso que pasa tras la lucha de abejas reinas en los panales al nacer alguna nueva.Descubrimos un par de ellos, a los que Clauidio y Beto introdujeron nuevas rejillas con planchas de cera para facilitarles el trabajo, o incluso traerles algunas ya antiguas bien formadas de otros paneles.
Yo iba ayudando, aprendiendo, curioseando y tomando fotos de todo cuanto acontecía allí. Todo era nuevo para mi, y me parecía muy interesante el siempre trato respetuoso que le daban a los enjambres de abejas.
Los paneles con miel que ellos decidieron recolectar, debían primero limpiarse de la cera que taponaba la miel y luego los panelcillos con miel se ponían dentro de un centrifugadora casera hecha por Calaudio, donde tras darle vueltas, la miel salia y se acumulaba en ella. La miel estaba caliente, una temperatura a la que la mantienen las abejas y que me pareció increíble. 
Debo reconocer que pasé mucho calor ataviado con ese traje de apicultor, pero la experiencia y haber compartido todo aquel día con Beto y Claudio mereció treméndamente la pena.¡GRACIAS!






















Our main stop in Costa Rica, after leaving Guanacaste, became outskirts of San Ramon, where we joined Hectors cousin Paco... but we will come back to this later.
One of the biggest illusions for Hector was to see how honey is being made. The opportunity came with one of our neighbours here. He invited Hector to help collect the honey and introduced him into the secrets of beekeeping.

Po opuszczeniu Guanacaste, nasza kostarykanska baza stala sie dzielnica San Rafael nalezaca do miasta San Ramon, gdzie dolaczylismy do hectorowego kuzyna PAco- ale o tym pozniej...
Tymczasem poznajac sie z naszymi nowymi sasiadami, Hector zostal zaproszony do pomocy przy zbiorze miodu, co zawsze chcial zobaczyc. Oto kilka zdjec.

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