Durante cuatro meses, desde agosto a noviembre de 2017, trabajé en "Le Petit Chevre de Montsinery", una granja donde se producen los únicos quesos de cabra de toda la Guayana Francesa.
Esta granja familiar, gestionada y creada por la familia Robin, me dio la oportunidad de trabajar y aprender en el sector ganadero, pero sobre todo, en la producción de quesos de cabra.
Ademas de ocuparme de las ovejas, cada mañana y cada tarde, había que ocuparse de unas 60 cabras lecheras. Hay que ordeñarlas dos veces cada día, guardando y respetando los horarios(7 am y 17 pm)
Se ordeñan los diferentes grupos de cabras, se les proporciona el alimento,como piensos, henos, bagazo proveniente de la malta de cebada de la cual se ha hecho cerveza y caña recién cortada( que yo cortaba cada mañana).
Pero además cuando aterrice en la granja empezó el momento de parto de la mayoría de las cabras adultas. Durante dos meses nacieron 63 cabritos, de los cuales tuve que alimentar a muchos con biberones durante sus dos primeros meses de vida. Eso se traduzco en una conexión brutal con ellos, inexplicable para mi en aquel momento.
Odile y Bob, hacen diferentes quesos de cabra, que luego venden en los mercados locales de Guayana Francesa. Son quesos de calidad, hechos con mimo y devoción.
Durante cuatro meses, no dejé de aprender de mi compañero Jeremy, de Odile y Bob. Cada uno me aportó cuantiosas dosis de aprendizaje.
Pero debo reconocer que todo aprendizaje te lleva a diferentes caminos. Si por un lado supe apreciar el amor y cuidado por esos animales, también aprendí que aquel intercambio hombre animal, conlleva consigo un lado positivo y otro negativo.Un debate interno incansable.
Siempre estaré agradecido a la familia Robin por esta experiencia, es innegable que durante cuatro intensos meses, aprendí demasiadas cosas, sobre cabras, ovejas, quesos y trabajos de granja, que me han aportado un punto de vista personal hacía la ganadería local como forma de vida.
Le Petit Chevre de Montsinery, quedará para siempre en mi curriculum, pero sobre todo quedará para siempre en mis recuerdos de este viaje.
Durante cuatro meses, no dejé de aprender de mi compañero Jeremy, de Odile y Bob. Cada uno me aportó cuantiosas dosis de aprendizaje.
Pero debo reconocer que todo aprendizaje te lleva a diferentes caminos. Si por un lado supe apreciar el amor y cuidado por esos animales, también aprendí que aquel intercambio hombre animal, conlleva consigo un lado positivo y otro negativo.Un debate interno incansable.
Siempre estaré agradecido a la familia Robin por esta experiencia, es innegable que durante cuatro intensos meses, aprendí demasiadas cosas, sobre cabras, ovejas, quesos y trabajos de granja, que me han aportado un punto de vista personal hacía la ganadería local como forma de vida.
Le Petit Chevre de Montsinery, quedará para siempre en mi curriculum, pero sobre todo quedará para siempre en mis recuerdos de este viaje.
EN
Apart from the sheep, Hector also took care of the most important animals on the farm- the goats! Petit Chevre de Montsinnery is mainly focused on cheese making. They are Guyanas only goat cheese enterprize and pretty proud of their products. Hector helped with taking care of the ani,als- feeding them, cleaning and sometimes even milking. He also became a goat daddy to all the small ones who he helped to feed (there were several triplets who needed some help to latch properly). And it was quite a job to take care of around 30 jumpy goat kids and figure out wheter they had enough food (most of the goats get mothers milk until they are around 2 months old.... a practice not very common in the dairy industry). He also got a nice insight into the cheese making process- something he has been fascinated by for a long time!
PL
Podczas naszego pobytu na farmie owce nie były jedynymi zwierzętami, którymi miał okazję zajmować się Hector. Gospodarstwo Petit Chevre de Montsinnery jest przede wszystkim ukierunkowane na produkcję sera koziego (jako jedyni w Gujanie), więc najważniejszymi mieszkańcami gospodarczych zabudowań są kozy! Hector dawał im jeść, sprzątał, czasami pomagał w dojeniu... ale przede wszystkim robił za koziego tatę, opiekując się niemałym stadkiem koźlątek, które trzeba było dokarmiać (do 2 miesięcy dostają one mleko matki- co jest rzadka praktyką na kozich farmach....), szczególnie w przypadku kilku zestawów trojaczków, które urodziły się nieco słabsze. To naprawdę nielada zadanie orientować się kto i ile mleka potrzebuje, szczególnie jeśli masz dwie ręce a kilka koźląt próbuje w międzyczasie zjeść twoje ubrania.
Dodatkowo Hector miał wgląd w proces produkcji sera- czyli coś, co bardzo go interesowało! Myślę też, że porządnie się serów i kozich jogurtów najadł... w koncu nie sama praca czlowiek zyje:)
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