sábado, 28 de febrero de 2015

SYDNEY.

La gran metropoli de Sydney siempre me pareció muy lejana, pero de repente llegó ese día en el que llegaba a ella. Llovió casi constantemente durante los dos día que permanecimos aquí, aunque en algunos momentos el sol hizo simbólico acto de presencia, para quizás, darnos una doble versión de la ciudad.
El skyline de Sydney parecía decirnos bienvenidos a la otra Australia, a la de las grandes ciudades, estábamos en la ciudad mas poblada y multicultural del país, así como capital del estado de Nueva Gales del Sur y primer asentamiento de la colonia británica en estas tierras remotas.
La lluvia que fue una fiel compañera de viaje en Sydney no nos aguó las ganas de descubrir esta ciudad tan carismática, recorrimos las calles dejándonos llevar por el ritmo de vida de la gente,investigamos los pasadizos que los grandes rascacielos regalaban para descubrir que había al otro lado de sus muros o empaparnos de agua en los grandes parques para buscar de nuevo las fotos mas alegres de nuestro viaje.
En Sydney gran parte de la vorágine pasa por los alrededores del la famosa bahía de Jackson, en donde se encuentran los dos emblemas de la ciudad, el edificio de la Opera y su famoso puente.
Sydney ahora, ya no me parece esa ciudad tan lejana.....






























Until now we've usually been lucky with the weather, at least on the days, when we wanted to do some sightseeing. Sydney welcomed us with pouring rain, but we still decided on talking a walk around the city. We even managed to see some of it without getting totally wet:) And in  the end the sun came out... just before the sunset.... 
Sydney was nice. We really liked the whole area around the harbour... but the operahpuse was just sooooo small... it was one of these "awwww...." experiences, when you finally get to see something, that does not live up to what you have imagined. Fortuantely, the rest of the city was really interesting. I loved how the older architecture is mixed with the modern buildings!

Dotychczas zawsze mieliśmy szczęście do pogody. Niestety Sydney powitało nas okropną ulewą, która jedna nie zniechęciła nas do zwiedzania. Udało nam się nawet nie zmoczyć nadmiernie, mimo iż deszcz prawie wcale nie przestawał padać... W końcu wyszło też słońce- na krótką chwilę, tuż przed zachodem słońca:)
Sydney to całkiem przyjemne miejsce. Nowa architektura płynnie przeplata się tu z nieco starszymi budynkami. Mnóstwo tu parków, zielonych terenów a cała część przyportowa jest idealna do długich spacerów. Niestety słynna opera nieco nas rozczarowała... jest maleńka, a w strugach deszczu wyglądała zupełnie nie zjawiskowo. Odwiedziliśmy ją później raz jeszcze, już "na sucho", jednak wrażenie pozostało.

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