Newcastle nos recibió caída la noche
y allí entre la penumbra nos esperaba Alex, quien vía couchsurfing
nos hospedaría en su casa por algunas noches.
Alex nos enseño los rincones mas
carismáticos de la ciudad, las playas, los acantilados y los puntos
de vista mas reconfortantes.
Pero fueron, si duda, las piscinas
naturales labradas en los acantilados las que mayores emociones nos
proporcionaron. En Newcastle hay varias piscinas que de modo natural
se han creado en las rocas de los acantilados que perfilan la costa
de esta ciudad, pero una llama la atención sobre las demás, por lo
divertido que resulta esperar a que rompan las olas y ver como se
inunda la piscina de agua y risas de los allí presentes.
Además Newcastle, es uno de esos
lugares tranquilos que invitan a quedarse, a dejarse llevar por lo
que la ciudad y la naturaleza pueden ofrecerte a diario. Las playas
de fuerte oleaje perfectas para surferos y frecuentadas a menudo por
tiburones no invitan a grandes baños pero en cambio proporcionan un
paisaje idílico para permanecer todo el día ante la costa. Y fue
aquí, a escasos 50 metros de la costa, donde avistamos un gran grupo
de delfines venidos a divertirse con las olas y a cotillear entre los
surferos.
Newcastle se convirtió en un lugar
inmejorable, lleno de recuerdos y vivencias que no habrían sucedido
sin la hospitalidad y gentileza de nuestro hoy amigo Alex.
THANKS FOR YOUR HOSPITALITY ALEX!!
Newcastle was our next stop. We stayed with Alex, a cs who at the same time hosted two German and two other Italian girls.
The city was great. We had a look at it from a lookout in the center, then went walking up to the lighthouse, from where we also enjoyed some nice views... but the best were the natural swimming pools in the rocks!
We had a real blast there, fighting the waves that crashed into the pools! And we also saw a big group of dolphins playing with the waves at the main beach!
Kolejne miasto to Newcastle. Przez kilka dni mieszkaliśmy u Alexa, który w tym samym czasie, oprócz nas gościł również dwie Niemki oraz dwie Włoszki.
Samo miasto okazało się fantastyczne. Mieliśmy okazję rzucić okiem na całą aglomerację z punktu widokowego położonego na wzgórzu w centrum. Spacer do latarni też obfitował w ciekawe widoki, mogliśmy też przyjrzeć się tankowcom przepływającym tuż obok latarni. Najwspanialszym punktem naszego pobytu były jednak naturalne baseny, w skałach tuż przy plaży. Ponieważ wiatr był dość mocny, woda z oceanu wdzierała wraz z gwałtownymi falami się do basenu... sprawiając nam całkiem nieumiarkowaną radochę.
No i udało się nam zobaczyć całe stado delfinów sufrujących po falach tuż przy głównej plaży.
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