Debíamos despedirnos de la costa este de la isla, y que mejor manera que un refrescante baño matutino antes de desayunar.Después, ,desde St Helens pondríamos rumbo hacia el interior de la isla, buscando nuevos destinos y paisajes.
Hicimos una primera parada en una cascadas, impresionantes tanto por la belleza de aquel agua que caía sin rumbo fijo, como por el impresionante Rainforest en el que estaban localizadas. Caminar en aquel bosque de helechos gigantes y cuyo verde mas predominante era el del musgo nos trasportaba a películas de efectos especiales.
Después vendrían varias horas en las que conduje por carreteras en la que los paisajes cambiaban continuamente, atravesamos montañas, mesetas ,ríos y ciudades, como la de Lauceston, segunda en magnitud de Tasmania y que se halla a las orillas del río Tamar, en cuyo valle los viñedos y frutales dan colorido al paisaje. Pero nuestro destino final fue Devonport, donde hicimos noche cobijados en un backpakers(hostel de mochileros).
Hicimos una primera parada en una cascadas, impresionantes tanto por la belleza de aquel agua que caía sin rumbo fijo, como por el impresionante Rainforest en el que estaban localizadas. Caminar en aquel bosque de helechos gigantes y cuyo verde mas predominante era el del musgo nos trasportaba a películas de efectos especiales.
Después vendrían varias horas en las que conduje por carreteras en la que los paisajes cambiaban continuamente, atravesamos montañas, mesetas ,ríos y ciudades, como la de Lauceston, segunda en magnitud de Tasmania y que se halla a las orillas del río Tamar, en cuyo valle los viñedos y frutales dan colorido al paisaje. Pero nuestro destino final fue Devonport, donde hicimos noche cobijados en un backpakers(hostel de mochileros).
picture by Julien |
After saying goodbye to the cost we entered the inside of the island. We enjoyed the green hills and then entered the magnificent, humid rainforests full of fern trees and moss. There we visited St. Columba Falls. The short walk through the forest was amazing- thats what I always imagined a rainforest to be (maybe just a little bit warmer:)). Deep, green, magical.
And afterwards we got lost. Following a map on the small roads inside the never ending forests is not easy, especially, when most of them aren't even on the map and there is nobody, who you can ask about the way. But we actually had a lot of fun guessing where we would end up and watching the changing landscapes outside the window!
Chwilowo pożegnaliśmy się z wybrzeżem i ruszyliśmy wewnątrz wyspy. Na początku podziwialiśmy zielone wzgórza pokryte trawą i owcami (do tej pory nie wiem czego było więcej), poźniej zaczął się las. Głęboki, wilgotny, baśniowy. Z każdej strony otaczały nas olbrzymie paprocie a wszystko pokrywał różnokolorowy mech.
Odwiedziliśmy wodospad St. Columba, do którego prowadził krótki ale przepiękny szlak przez las deszczowy.
Następnie się zgubiliśmy. Nie było to trudne, bo korzystaliśmy z mapy na której nie wszystkie leśne drogi były zaznaczone, a zapytać o drogę nie było kogo. W ten sposób spędziliśmy kilka godzin jeżdżąc po tasmańskim lesie. Oczywiście wielką frajdę sprawiło nam zgadywanie gdzie zakończy się przygoda oraz podziwiając zmieniające się pejzaże za oknem samochodu.
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