Nunca podre olvidar esta aventura fascinante que el viaje me otorgó. La de haber navegado durante 15 días junto a tres amigos entre las aguas del Caribe y las aguas del Océano Atlántico, uniendo Martinica , Barbados y Guayana Francesa.
El velero Nagawika y mis tres amigos Guayaneses:Axel, Chris y Kofane me dieron la oportunidad única de vivir y disfruta una experiencia que ansiaba tener.
Todo empezó de repente,con la locura de mi amigo Axel de comprarse un velero y tener que ir a recuperarlo en Martinica. Esto me ponía en bandeja la dicha de un viaje en los confines de Neptuno/Poseidón.
Fueron 15 días a bordo del Nagawika, entre los preparativos de Martinica, el ocio de Barbados y sobre todo la travesía en la inmensidad del océano hasta nuestro hogar en Kourou, en la Guayana Francesa.
Si bien entre la travesía de 33 horas entre Martinica y Barbados sufrí los efectos de la mar y la navegación, pronto me restablecí para poder disfrutar a fondo de la experiencia.
Cada día a bordo del Nagawika en el que surcábamos los mares, debimos hacer turnos de tres horas cada uno para vigilar la navegación, el viento y gestionar si sucedía algún imprevisto. Sobre todo lo importante era rotarnos por las noches, y yo amaba esos turnos de noche donde las estrellas, las olas y el viento dirigían el velero rumbo a la felicidad.
Cada día junto a Chris, Axel y Kofane están llenos de recuerdos y anécdotas, en torno a las comidas, a las paradas en mitad de la inmensidad para bañarnos, en las noches estrelladas, en las risas cotidianas, en las jornadas de calma y en las jornadas de tormentas. Cada día algo nuevo sucedía, aún sin que el horizonte diese motivos de cambio aparente.
Ademas capitaneados por Kofane y con Axel colaborando en todo lo necesario para gestionar el velero, pude aprender y comprobar muchas cosas relacionadas con la navegación, los vientos y el arte de ser marinero.
No faltaron las pequeñas risas en torno a alguna cerveza o ron en plan piratas y no faltaron las horas muertas entre en vaivén de las olas y el velero. No falto de nada en realidad, salvo más Océano quizás, porque una mezcla de alegría y pena nos inundó a todos cuando divisamos tierra firme en Guayana Francesa. Nuestro hogar estaba a escasas horas ,con nuestros amigos y familias esperándonos, pero con la pena de acabar una aventura formidable, una aventura de amigos, de risas y velas..
Vivimos muchas experiencias, días soleados, días de lluvia, ráfagas de viento intenso, horas de calma total, olas de cuatro metros o un océano plano como un plato.Vimos delfines y peces voladores a raudales, nos topamos con algas de sargazo por todas partes y disfrutamos todo el tiempo de aquello que la mar y los vientos otorgan.
No tengo palabras para tanta gratitud, por una nueva aventura compartida con amigos, siempre tendremos estos recuerdos juntos mis "bladas" Chris, Axel y Kofane!
JE VOUS AIME MES AMIS, MERCI BEAUCOUP POUR L´AVENTURE!
The trip between Martinique and Barbados took 33 hours, and the second part- from Barbados to Guiana, something around a week. It started with seasickness for Hector (luckily it didn´t last long). It brought lots of laughs, a record in quantity of eggs eaten per head, a storm and a total stillness in the middle of the sea and lots of new things to learn.
Podróż między Martynika a Barbadosem trwała ok 33 godzin, natomiast przepłyniecie z Barbadosu do Gujany zabrało ok tydzień. Zaczęło się chorobą morską dla Hectora (na szczęście krótkotrwała). Tydzień na morzu przyniósł masę śmiechu, record w ilości zjedzonych jajek, sztorm i totalną ciszę na morzu oraz mnóstwo nowych umiejętności.